Revolución o Guerra N° 1

(Febrero 2014)

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El 20° congreso de la Corriente Comunista Internacional

Al posicionarnos sobre el último congreso de la CCI, nuestra organización perpetúa una tradición fundamental de la Izquierda comunista : la importancia de la discusión internacional entre los diferentes grupos proletarios. Estas discusiones tienen dos facetas. Primero, tienden a expresar a nivel histórico y a nivel material-concreto que dicho campo proletario existe a pesar de que, por desgracia, varios de sus componentes lo ignoran. Segundo, estas discusiones son una, si no es la fundamental, de las múltiples facetas de la lucha para el reagrupamiento de los comunistas de izquierda, o sea de la lucha para la constitución del partido comunista mundial. Estos debates permiten la decantación de los grupos comunistas. Por un lado, debemos animar, asociarnos y desarrollar la expresión clara de las posiciones tradicionales de la Izquierda comunista mientras, por otro lado, debemos criticar, rechazar y desenmascarar el oportunismo cualquiera sea la forma que adopta.

Hoy en día, es aun más necesario perpetuar esta tradición mientras la principal organización que la defendió durante décadas, o sea la CCI, da la espalda de manera total a este principio [1]. Tanto Klasbatalo como la FICI criticaron las posiciones oportunistas y revisionistas de la CCI, principalmente las tesis sobre la descomposición, el enfoque sobre la confianza y la moral en cuestiones organizacionales, el acercamiento al anarquismo. El Grupo Internacional de la Izquierda Comunista retoma completamente a su cargo estas criticas.

Precisamente, los textos del 20e congreso demuestran claramente que no sólo la CCI actual sigue sin vacilación su política oportunista de liquidación de sus principios originales sino que hace un paso más hacia la decadencia de la organización. En efecto, nos enteramos últimamente de que la CCI abandona el ritmo de frecuencia de sus publicaciones que había mantenido durante décadas ; pero también nos enteramos que no hará reuniones públicas de la CCI, por lo menos en Francia, por un tiempo indeterminado además de que no habido ninguna por más de un año ya [2]. Además, la presentación del congreso de la CCI nos muestra una organización que ha perdido sus referencias y que ni siquiera está en condiciones de plantear orientaciones políticas. Todos estos elementos están estrechamente vinculados y también están en relación con la cuestión del partido sobre la cual el congreso, de nuevo, expresa la traición, incluso, de los principios originales.

La prensa, las reuniones públicas, la intervención

El principio de base de la intervención, sea por medio de la prensa o de las reuniones públicas, es el de plantearse un trabajo a largo plazo que no mira a resultados inmediatos y efímeros, sino a un resultado histórico : la revolución proletaria. Por eso, se debe tener su mira en una intervención estable, constante, seria, disciplinada, en pocas palabras en una intervención de partido. La CCI argumenta su ausencia de reuniones públicas sobre el hecho que quiere enfocarse sobre la consolidación a largo plazo de la organización. Intención loable. « El conjunto de la CCI ha tomado la decisión de llevar una reflexión de balance sobre su función y sobre el sentido de su actividad a partir de un análisis profundo de la situación histórica desde el derrumbe del bloque del Este y sobre las dificultades internas que hemos encontrado. Hace poco, hemos tomado conciencia que habíamos tenido tendencia a despilfarrar nuestras débiles fuerzas dispersándonos en una demasiada grande actividad hacía el exterior, y esto en detrimento de la construcción de nuestra organización a largo plazo » [3].

El problema es que la CCI abandona su intervención en beneficio de una reflexión que no se basa sobre ningún principio político y ninguna orientación política. No es sino una serie de cuestionamientos que no llevan en ninguna parte.

« La agravación de la crisis en 2007 ¿significó una ruptura cualitativa abriendo un nuevo capítulo que lleva la economía hacia un desmoronamiento rápido e inmediato? ¿Cuál es el significado de la etapa cualitativa de los acontecimientos de 2007? Y de manera más general, ¿qué tipo de evolución de la crisis nos espera: hundimiento repentino o ’lento’ declive acompañado ’políticamente’ por los Estados capitalistas? Y ¿qué países se hundirán antes y cuáles al final? ¿Le queda a la clase dominante un margen de maniobra y qué errores quiere evitar? O, de manera más general, cuando la clase dominante analiza las perspectivas de la crisis, ¿puede ignorar la posibilidad de reacciones de la clase obrera? ¿Cuáles son los criterios que la clase dominante toma en cuenta cuando adopta programas de austeridad en los diferentes países? ¿Estamos en una situación en la que todas las clases dominantes pueden atacar a la clase obrera como lo hizo en Grecia? ¿Podemos suponer que se reproduzcan ataques del mismo calibre (reducción de salarios hasta el 40%, etc.) en los viejos países industriales centrales? ¿Qué diferencias hay entre la crisis de 1929 y la de hoy? ¿En qué nivel está la pauperización en los grandes países industrializados?» [4]. A estas cuestiones que no logran esconder el desconcierto y la desorientación política, viene añadirse, casi de manera mecánica, la apertura al cuestionamiento - ¿ en nombre de la ’cultura del debate’ ? - del método marxista : « ¿Con qué método debemos abordar el análisis de la lucha de clases en el período histórico actual? » [5]

El oportunismo sin principio tiene dos revesos : el activismo y el academicismo. El 20e congreso intenta combatir el activismo en una huida hacia el academicismo, o sea ’profundizar la teoría’, reflexionar por reflexionar sin retos políticos reales detrás de la reflexión. He aquí el resumen del 20e congreso : muchas preguntas sin respuestas y sobre todo ninguna orientación política desarrollada. Después del abofeteamiento de los principios uno tras otro y de su programa, la CCI ya no está en condiciones de plantear orientaciones políticas para la clase obrera. Se llamará pues a los compañeros de la CCI a que reflexionen sobre todo y sobre nada como un cenáculo de intellectuales. Se presenta este planteamiento como un medio para asegurar la « construcción de nuestra organización a largo plazo » [6]. Por el contrario; este planteamiento favorecerá la dispersión, la confusión y la desmoralización políticas de los compañeros de la CCI ; por lo demás es un proceso ya claramente en marcha.

Las cuestiones organizacionales

Luego, nos enteramos de que la organización conoce dificultades, en particular sobre las cuestiones organizativas : « En particular, hemos podido comprobar (como lo habíamos afirmado en nuestro artículo de balance del 20e Congreso de RI [la sección francesa] una tendencia en nuestro seno a la pérdida de las experiencias de la CCI y de la historia del movimiento obrero entre los compañeros de la vieja generación, especialmente sobre las cuestiones organizacionales » [7]. Nos sería fácil añadir que las dificultades de la CCI, especialmente sobre las cuestiones organizativas, no datan de ayer sino más bien del inicio de los años 2000 cuando se llevó a cabo la exclusión de la Fracción interna de la CCI. Aquí, la novedad radica en el hecho que la presentación menciona la pérdida de las experiencias entre los compañeros de la ’vieja generación’. Por el contrario, consideramos que es muy probable que la vieja generación de miembros de la CCI guarde ciertos reflejos marxistas y de la tradición de la Izquierda comunista. Son estos reflejos sanos que la facción liquidacionista de la CCI apunta a fin de someterlos a las nuevas teorías tan extravagantes como oportunistas. Lo peor es que la CCI parece apoyarse sobre los militantes más jóvenes, pues con menos experiencia y/o integrados sobre bases oportunistas, para dar caza a la ’vieja guardia’.

De esto, resulta un largo y tortuoso desarrollo teórico sobre la causa de la penetración de la ideología burguesa en la organización proletaria. Obviamente, la causa de todos los males es la ’descomposición’ lo cual es un concepto que sirve para explicar todo y nada. Para la CCI oportunista, basta con tener buenos valores para impedir la penetración de la ideología burguesa :

« La historia del movimiento obrero nos ha enseñado, con la gangrena oportunista que acabó con la IIe y IIIe Internacionales, que la amenaza principal para las organizaciones proletarias es precisamente cuando son incapaces de luchar contra la penetración en su seno de los ’valores’ y modos de pensar de la sociedad burguesa. » O aún : « Una organización revolucionaria debe establecer un modo de funcionamiento en el cual los diferentes individuos, las personalidades diferentes puedan integrase en un gran conjunto único (...) Al mismo tiempo, eso significa que una organización debe tener un conjunto de reglas y principios [aquí el traductor en español borró lo que sigue en la versión inglesa original... ¿ por tomar distancia con el planteamiento de orden idealista que conlleva ?] que se basa sobre principios éticos » [8]. Al contrario de la CCI liquidacionista, nos reclamamos de una tradición, de la tradición de la Izquierda comunista, cuya concepción del militantismo no se basa sobre conceptos abstractos y confusos del punto de vista de clase como la moral y los valores, sino sobre un programa político claro que sintetiza la experiencia de más de una centena de años del movimiento obrero. Desgraciadamente, no es la supuesta descomposición del capitalismo lo que vuelve a la CCI más permeable a la ideología burguesa, sino el mero concepto de descomposición siendo este más bien el ejemplo más contundente de la penetración de la ideología burguesa en la CCI.

La concepción del partido de clase

La CCI llega al punto también de abandonar de manera explícita la concepción del partido que había defendido durante años : « La CCI ha insistido mucho en ello: la función de la organización revolucionaria no es hoy la de ’organizar a la clase’ ni siquiera sus luchas (como sí podía ser el caso en los primeros pasos del movimiento obrero, en el siglo XIX). Su papel esencial, tal como está enunciado en El Manifiesto Comunista de 1848, se deduce de que ’[Los comunistas] llevan a la masa restante del proletariado la ventaja de su comprensión de las condiciones, de la marcha y de los resultados generales del movimiento proletario.’

La función permanente y esencial de la organización es la elaboración de posiciones políticas y para ello no debe estar totalmente absorbida por las tareas de intervención en la clase. Está obligada a tener amplitud de miras, una visión general de lo que está en juego, a profundizar constantemente lo que se plantea a la clase en su conjunto y en el marco de su perspectiva histórica. Eso quiere decir que no puede contentarse con analizar la situación mundial sino, de manera más amplia, debe estudiar las cuestiones teóricas subyacentes, lo contrario de lo superficial y las distorsiones de la sociedad y de la ideología capitalistas. Es una lucha permanente, con miras a largo plazo, una lucha que abarque toda una serie de aspectos que superan con creces los problemas que puedan planteársele a la clase en tal o cual momento de su combate. » [9]. La concepción que se defiende aquí es más bien consejista porque atribuye al partido un papel de segundo orden : él de aconsejar a las masas. El partido no debe intervenir demasiado a fin de permitirse una especie de distancia ante la luchas. Así puede ’prodigar buenos consejos’.

Ni que decir que esta concepción va en contra de una de las posiciones de base de la CCI : « La organización política revolucionaria es la vanguardia del proletariado, factor activo del proceso de generalización de la conciencia de clase en su seno. Su función no consiste ni en ’organizar a la clase obrera’, ni ’tomar el poder’ en su nombre, sino en participar activamente en la unificación de las luchas, por el control de éstas por los obreros mismos, y en exponer la orientación política revolucionaria del combate del proletariado » [10]. La CCI abandona dos aspectos fundamentales del partido : primero, el aspecto de participación y factor activo en las luchas y, segundo, la importancia de emitir orientaciones políticas. Si la presentación del congreso nos enseña efectivamente algo, es que la CCI no tiene ninguna orientación política que proponer al proletariado.

Situación internacional et perspectivas políticas

El informe sobre las tensiones imperialistas para el 20e Congreso de la CCI expresa de manera edificante el estado de descomposición teórica, ¡ perdón por el juego de palabras !, de la CCI. La historia ya no es comprendida según la lucha de clases y las rivalidades imperialistas entre las diferentes burguesías nacionales. Según la CCI, como ninguna de las clases es capaz de imponer su solución a la crisis, la sociedad se estanca. Esto es la famosa descomposición del capitalismo. La historia pues se vuelve la extensión del caos, del cada uno por sí, de la irracionalidad, etc. Todos estos conceptos son tan poco marxistas los unos como los otros. A la alternativa clásica que la Izquierda comunista sigue defendiendo, guerra o revolución, se añade un zona gris entre las dos : la sociedad se descompone.

Esta teoría es aún más peligrosa por ser oportunista. Peligrosa porque desarma a los militantes. Impide la elaboración de orientaciones políticas (por ejemplo : ¿ en curso hacia la guerra o más bien en curso hacia la revolución ?). Ninguna orientación política creíble puede salir de esta teoría. Los últimos congresos de la CCI lo expresan de la manera más pura. Como la CCI ya no sabe a donde va; tiene todo el tiempo para poner en pie reflexiones interminables sobre temas que no representan ningún reto político real. También puede permitirse invitar a su congreso eminentes profesores de universidad para que adormezcan a los militantes de la CCI con temas que no importan para nada a la clase obrera. Sobre la lucha de clase, la CCI invita el proletariado a seguir el ejemplo de los movimientos de los ’indignados’ y ’Occupy’ [11]. « Las expresiones más avanzadas de esta tendencia fueron los movimientos de los Indignados y Occupy - especialmente en España - , porque fueron los que más claramente mostraron las tensiones, contradicciones y potencial de la lucha de clase hoy. Pese a la presencia de capas provenientes de la pequeña burguesía empobrecida, la impronta proletaria de estos movimientos se manifiesta en la búsqueda de solidaridad, en las asambleas, en los intentos por desarrollar una cultura de debate, en la capacidad de evitar las trampas de la represión, en las semillas de internacionalismo, y en la aguda sensibilidad hacia aspectos subjetivos y culturales. Y es a través de estos elementos que preparan el terreno subjetivo cómo estos movimientos mostrarán toda su importancia en los combates del futuro » [12]. Aquí la CCI cae en el culto de la asamblea y de la democracia, o sea en la ilusión que basta con juntar la clase obrera en una asamblea para que esta se radicalize y se politize desde un punto de vista de clase. Esta ilusión viene directamente de la concepción de la CCI sobre la ’cultura del debate’ en el cual el debate llega a tener en sí mismo virtudes revolucionarias. Por supuesto, se deben animar con fuerza las iniciativas para crear asambleas obreras. Pero no se debe olvidar que los obreros deben tomarlas a su cargo ellos mismos. Al contrario, desde sus inicios, los Indignados y Occupy fueron movimientos cuyo terreno político ha sido completamente ocupado por la izquierda burguesa bajo su versión alter-mundialista y nacionalista al nivel económico.

Finalmente, llamamos a los miembros de la CCI a intentar enderezar su organización que cada vez más está siendo gangrenada por el oportunismo. En realidad la CCI está en decadencia. Es necesario luchar contra la desmoralización. Actualmente estamos en un periodo de desarrollo de la lucha de clase. Más que nunca el proletariado necesita sus organizaciones políticas para dirigirse hacia la revolución proletaria. Un debilitamiento de la CCI siempre resulta ser in debilitamiento del campo proletario en su conjunto. Y un debilitamiento del campo proletario implica necesariamente un debilitamiento del proletariado en la lucha de clase.

Robin, enero de 2014.

(Publicado en http://igcl.org : 18 de enero de 2014)

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Notas:

[1Ver el texto de la Fracción de la Izquierda Comunista Internacional Vergonzosa resolución de la CCI contra la Izquierda comunista
En secreto, la actual CCI se traiciona a sí misma y traiciona a la clase obrera
(Boletín comunista internacional #6, sept. 2011).

[3(idem).

[4Presentación del 20e congreso, Revista Internacional #152 de la CCI.

[5(Idem)

[7(idem)

[8Presentación del 20e congreso, Revista Internacional #152 de la CCI. Aquí reproducimos la frase original no traducida : « And at the same time this means an organisation must have a set of rules and principles which are based on ethical principles » (Presentation of the 20th International Congress).

[9Presentación del 20e congreso, Revista Internacional #152 de la CCI.

[10http://es.internationalism.org/node/112 (posiciones básicas).

[11Para tener un punto de vista correcto sobre los Indignados, lea el texto de la Tendencia Comunista Internacional El movimiento de los ’indignados’, aún sin una verdadera cólera de clase.

[12Resolución sobre la situación internacional del 20e congreso de la CCI, Revista Internacional #152.